Cristian Costoya: “Cada corrección o consejo a los jugadores es para ayudarlos y mejorar”
Esta semana en nuestra entrevista hablamos con uno de los técnicos de la estructura deportiva del club, Cristian Costoya, que dirige al Prebenjamín Pertia, entre otros equipos del club.
¿Por qué elegiste ser entrenador?
Era una idea que ya me gustaba cuándo era jugador. Me fijaba mucho en mis entrenadores, en sus entrenamientos y consejos, intentaba entenderlos y mejorar porque era un trabajo que me fascinaba. A medida que me iba haciendo mayor me fue llamando más la atención y al final tuve la oportunidad de trabajar con este gran grupo y no lo dudé ni un momento.
¿Qué consejo darías a los jóvenes deportistas para entenderse mejor con su entrenador?
Principalmente que sean capaces de escuchar a sus entrenadores y a partir de ahí aplicar lo aprendido. Igual que nosotros también debemos de escuchar y atender a las necesidades de nuestros jugadores. Cada corrección o consejo es para ayudarlos y mejorar.
¿Cómo se preparan los partidos desde el punto de vista de un entrenador?
La preparación en la categoría prebenjamín siempre es la misma: que estén ordenados y concentrados sin importar contra quien están jugando. A estas edades creo que no le debemos dar importancia al rival que tenemos en frente, sino que tenemos que centrarnos en hacer las cosas lo mejor posible, en aprender de los errores y seguir mejorando.
¿Y cómo se motiva a un jugador?
Cada jugador es diferente. Algunos tienen una mayor motivación por jugar y otros menor. Yo como entrenador siempre intento que se esfuercen al máximo, que estén concentrados en lo que están haciendo y que intenten hacer las cosas lo mejor posible. Si se cumplen esas cosas, en muchas ocasiones, tienes el premio de ganar partidos. Desde fuera, tenemos que inculcarles que eso es secundario y que simplemente es una consecuencia positiva si se hacen las cosas bien.
¿Cuál crees que debe ser la virtud más importante en un entrenador?
Depende de la categoría y del grupo de niños a los que se entrena. En esta categoría prebenjamín creo que se debe tener mucha mano izquierda para entender que están en una edad donde lo más importante para ellos es jugar y divertirse con todo. Sin embargo, en algunas situaciones también hay que ser un poco más serios y duros para que comprendan que no todo vale en todas las situaciones y que no todo pueden ser risas y juegos. Los entrenadores debemos estar en esa línea fina entre el colegueo y la exigencia con los más pequeños.
¿Tienes alguna manía antes de los partidos?
La única manía que creo que tengo es la de pisar el campo con el pie izquierdo cuando tengo que atravesarlo al salir de los vestuarios o cuando hay que calentar. Es una manía o costumbre que ya tengo desde que era jugador y que siempre repito.
¿Cuál es el objetivo del equipo esta temporada?
El objetivo principal a estas edades tan tempranas siempre tiene que ser el del disfrute del niño. Una vez que se consigue esto debemos intentar que progresen lo máximo posible y que el equipo poco a poco vaya jugando cada vez de una manera más ordenada.
¿A estas alturas de la competición, como ves la clasificación, los demás rivales y el nivel de la liga?
Después de la fase previa, nos hemos clasificado para la segunda división y creo que nos esperan una serie de partidos bastante igualados que nos van a ayudar a progresar y mejorar a todos. También se encuentran algunos equipos con niños un año más mayores, lo que nos exige un poco más de esfuerzo en alguna situación, pero que también nos ayuda a evolucionar como equipo y como grupo.
A nivel institucional, ¿Qué crees que le falta al fútbol sala para que sea un deporte de masas?
En mi opinión, es un deporte infravalorado que debería de tener un mayor apoyo por parte de las instituciones. Independientemente del deporte, creo que hay que apostar mucho más por la base y la formación del deportista, algo que, por desgracia, está muy descuidado.